domingo, 6 de noviembre de 2011

El día que vi un sapo


Las cosas no han salido como esperaba.
Solemos pensar que las palabras son necesarias.
Los sentimientos van por libre, la lengua quiere callar, en cambio los brazos quieren abrazar.

Mi amigo me habla de cosas, y él, que sabe qué pasa, prefiere no preguntar.
Mi amigo y yo jugamos al juego de las preguntas... "ummm  ¿dónde te gustaría estar?" y por arte de magia estamos frente al mar.

Y hablamos, y callamos..., y hablamos..., vemos canciones, y las bailamos, dibujamos películas e inventamos mundos lejanos, del mar a la Luna, de la Luna a Oklahoma, sin dejar de pasar un ratito a pensar por el Sol.

Hablo en silencio, eso es lo que quería, y él escucha atento, a mí y al mar.

Mi amigo y yo, cobijados en un abrazo invisible, inmersos en un remolino de brisa marina, atentos a las estrellas, solos ante la inmensidad...

.......A veces los sueños se cumplen, no te olvides nunca de soñar.

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