martes, 9 de abril de 2013

Niños



Niños.


"Esos locos bajitos".




Lástima que olvidemos quienes fuimos...¿lo olvidamos? ¡Ay, espero que no! Yo tengo claro que no la he olvidado, a mi niña, la mimo y la cuido como si de algo mío se tratara, pero ¿y tú?
Hay veces en las que se hace muy cuesta arriba estar con ellos y mantener el tipo, aunque, básicamente se trate porque debemos mantenerlo acorde a unos cánones establecidos de cómo es como debe comportarse el adulto, pero ¿qué adulto? si estamos deseando en cualquier momento de soltarnos la melena y actuar como ellos y, ¡ay de aquel que no desee en su más secreto interior no hacerlo! Pero siempre hay que mirar a los lados y ver quién es quien nos puede estar viendo.

Cuando me suceden cosas como las de hoy, no es risa lo que me provoca, ni siquiera gracia, es una profunda ternura por unos seres, que en su más genuina inocencia, son capaces de pensar y hacer palabras sus pensamientos, sus disquisiciones mentales, sin ser conscientes siquiera del alcance de aquello que están diciendo. ¡Adoro los momentos que me regalan! y, en definitiva, ¡adoro a los niños! Por su simpleza, por su inocencia, por su ingenuidad, por su autenticidad, por su alegría, y por su falta de maldad aún cuando hagan maldades, porque no van buscando hacer el mal, sino la diversión, la broma y la risa, simple y llanamente.

Estoy ayudando a resolver un problema de matemáticas a una de mis niñas que aún no tiene los nueve cumplidos. Aún está copiando el enunciado, un poco largo, y mientras ella escribe le voy anticipando que este problema es un poco más difícil que los anteriores. Ella que va prestando atención a lo que copia, me dice:

- Yo estoy pensando un poco lo que hay que hacer, pero no estoy segura de si lo que pienso está bien o no.

Para de copiar, me mira, y con esos ojos grandes llenos de ganas me pregunta:

- ¿Está bien lo que estoy pensando?

¿Y qué le puedo contestar yo ante tamaño concepto que tiene sobre mí? ¡¡¡Qué me hace capaz de leerle el pensamiento!!!

Acabamos de hacer matemáticas y cambiamos a inglés. El angelito quiere hacerme una demostración de sus grandes conocimientos del idioma, puesto que su madre la lleva a una academia especializada. Comienza a preguntarme el significado de palabras, poniendo a prueba mis conocimientos del mismo. Claro, si yo sé lo que me pregunta pues lo contesto, hasta que cansada de que acierte siempre, me dice:

- ¡¡¡¡ayyyyyyy, dime una que no te sepas!!!!

¡Ay, chiquita! ¿si no me la sé cómo te la voy decir?


(Finalmente, ha dado con una que no sabía: Guess it!)




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